El
Espiritismo es simultáneamente una Ciencia de observación y una
Doctrina Filosófica; como Ciencia empírica consiste en las relaciones
que se pueden establecer con los Espíritus; como Doctrina Filosófica
comprende todas las consecuencias morales que se obtienen de semejantes
relaciones.
El
Espiritismo, nos permite conocer el mundo invisible que nos rodea y en
medio del cual vivimos, las leyes que lo gobiernan, sus relaciones con
el mundo visible, la naturaleza y la situacion de los seres que lo
habitan y, como una consecuencia, el destino del hombre después de la
muerte. Es una autentica revelación en el sentido científico de la
palabra.
Allan Kardec escribió:“El
Espiritismo se presenta en tres aspectos distintos, a saber: el hecho
de las manifestaciones, los principios filosóficos y morales que de
ellas se obtienen asi como la aplicación práctica de tales principios”. A partir de esta definición se han establecido los tres aspectos del espiritismo: Científico, Filosófico y Moral.
El
aspecto científico del Espiritismo comprende la fenomenología
mediúmnica, los experimentos, investigaciones y comprobaciones, la
demostración de la realidad espiritual, la aplicación del Método
Científico y la determinación de las Leyes que rigen los fenómenos
síquicos y espirituales.
El
aspecto filosófico comprende el conjunto de explicaciones y respuestas
que el espiritismo da ante las grandes interrogantes clásicas e
históricas de la humanidad: Dios, el Universo, el hombre, el alma, la
vida, el amor, el dolor, la verdad, el bien y el mal, los orígenes, las
finalidades, el destino, etc.
El
aspecto ético o moral se fundamenta en las enseñanzas y en los ejemplos
y vivencias dadas por Jesús a la Humanidad, como código de moral por
excelencia, de aplicación universal en los ámbitos personal, familiar y
social.
El
Espiritismo es considerado como la tercera de las grandes
revelaciones.”La primera revelación estuvo personificada por Moisés, la
segunda por Jesús, la tercera (profetizada por Jesús) por el Espíritu de
Verdad.” Las dos primeras son individuales, la tercera es colectiva y
esta es una característica esencial de gran importancia, ejecutada con
auxilio del Espíritu de Verdad. Es colectiva porque no se hizo a nadie
en particular; no hay un profeta exclusivo. Los elementos de la
revelación espirita fueron sembrados al unísono en una gran cantidad de
sitios muy distantes unos de otros, revelados a infinidad de hombres de
distintos niveles sociales y con diferentes grados de instrucción. Cada
centro espirita encontró en los demás el complemento de lo que obtuvo, y
el conjunto y la coordinación de todas las enseñanzas parciales han
integrado la doctrina espiritista.
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